Cada ser humano es único. Ni siquiera hace falta plantearse quién es
superior y quién inferior. Sí, las personas son diferentes. Dejadme que os
recuerde algo para que no me entendáis mal. No estoy diciendo que todos
somos iguales. Nadie es superior ni inferior, pero tampoco somos iguales.
Las personas son simplemente únicas, incomparables. Tú eres tú, yo soy yo.
Yo tengo que aportar mi potencial a la vida, tú tienes que aportar el tuyo.
Yo tengo que descubrir mi propio ser y tú tienes que descubrir el tuyo.
Cuando desaparece la inferioridad, todo sentimiento de
superioridad también desaparece. Viven juntos, no se les puede
separar. El hombre que se siente superior sigue sintiéndose
lnferior en algo. El hombre que se siente inferior quiere sentirse
superior en algo. Son un par; siempre están juntos; no se les puede separar.
Las comparaciones son las que crean la inferioridad o la superioridad.
Cuando no comparas, toda superioridad e inferioridad desaparecen. Entonces
eres, simplemente estás allí. No importa si eres un matorral o un gran árbol
eres quien eres. Eres necesario. Una hoja de hierba es tan necesaria como
la mayor de las estrellas. Sin esa hoja Dios sería menos de lo que es. El
canto del cuclillo es tan necesario como cualquier Buda; el mundo será menos
rico si el cuclillo desaparece.
Mira a tu alrededor. Todo es necesario y todo encaja entre sí. Es una unidad
orgánica: nadie es superior ni inferior, nadie está más alto o más bajo.
Cada uno es único e incomparable.
OSHO TAROT DE LA TRANSFORMACION
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