lunes, 29 de agosto de 2011

EL DESEO DE SER ESPECIAL

Esto se manifiesta de muchas formas, pero siempre choca con la realidad de la creación de Dios y con la grandeza con la que Él dotó a Su Hijo. reconoce, es la fe en ser especial. La única creencia que se mantiene celosamente oculta y que se defiende aunque no
¿Quién podría odiar a alguien cuyo Ser es el suyo propio y a Quien conoce? ¿Qué otra cosa podría justificar el ataque? Sólo los que se creen especiales pueden tener enemigos, pues creen ser diferentes y no igualesY cualquier clase de diferencia impone diferentes órdenes de realidad y una ineludible necesi­dad de juzgar.
Lo que Dios creó no puede ser atacado, pues no hay nada en el universo que sea diferente de ello.
Lo que es diferente, sin embargo, exige juicios, y éstos tienen que proceder de alguien que es "mejor", alguien incapaz de ser como aquel a quien con­dena, alguien "superior" a él, y en comparación, inocente.

Luchan por él contra todo el universo, pues no hay nada en el mundo que sea más valioso para ellos.Sin embargo, ellos lo protegen y lo llaman "amigo". Los que se creen especiales se sienten débiles y frágiles debido a las diferencias, pues lo que los hace especiales es su enemigo.
El deseo de ser especial es el gran dictador de las decisiones erróneas.
pueda perpetuarse a costa de su derrota. Pues ser especial supone un triunfo, y esa victoria consti­tuye la derrota y humillación de tu hermano9

 ¿Podrías odiar a tu hermano si fueses igual que él? ¿Podrías atacarlo si te dieses cuenta de que caminas con él hacia una misma meta?
Y él jamás debe alcanzarlas, pues de otro modo tu meta se vería en peligro.
Tu hermano es tu amigo porque su Padre lo creó semejante a ti. de ser especial se ve menoscabada por vuestra relación?

. Los que se creen especiales se ven obligados a defender las ilusiones contra la verdad, pues ¿qué otra cosa es el deseo de ser especial sino un ataque contra la Voluntad de Dios? No amas a tu hermano mientras sea eso lo que defiendes en contra suya.
Esto es lo que él ataca y lo que tú proteges. precisamente porque sois lo mismo
La perfidia de creerse especial
Hacer comparaciones es necesariamente un mecanismo del ego, pues el amor nunca las hace. Creerse especial siempre con­lleva hacer comparaciones.
Pues se establece al ver una falta en otro; y se perpetúa al buscar y mantener claramente a la vista cuanta falta se pueda encontrar. Esto es lo que persigue el especialismo, y esto es lo que contempla. Y aquel a quien tu deseo de ser especial así rebaja, habría sido tu salvador si tú no hubieses elegido usarlo como un triste ejemplo de cuán especial eres tú.
Frente a la pequeñez que ves en él, tú te yergues alto y señero, irreprochable y honesto, puro e inmaculado. No entiendes que al hacer eso es a ti mismo a quien rebajas.
Tratar de ser especial es siempre a costa de la paz.

Ser especial es la idea del pecado hecha realidad. Sus hijos "especiales" son muchos, nunca uno solo, y cada uno de ellos se encuentra exiliado de sí mismo y de Aquel de Quien forma parte.  que los creó como uno solo con Él.
Tú no eres especial. Si crees que lo eres y quieres defender tu especialismo en contra de la verdad de lo que realmente eres

 Piensa en la hermosura que verás dentro de ti cuando lo consi­deres tu amigo. es enemigo de tu deseo de ser especial, pero amigo de lo que es real en ti

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